Cinco veces se ha transmitido, mantenido y reavivado el mismo fuego.
Cinco historias de hombres, madera y barricas, unidas por una misma fidelidad: la del gesto acertado, la paciencia, la exigencia. Desde Les Gonds, en esta tierra de viñedos y saber hacer, Tonelería Baron traza su camino. A menudo, en silencio. Pero con fuerza.
Este libro es un homenaje. A los antiguos que moldearon nuestra mirada.
A aquellos que nos enseñaron a escuchar la madera como se escucha una voz. A aquellos que supieron ver, detrás de una tabla de roble, la promesa de un vino, de un licor, de una historia por poner en crianza.
Es también un gesto de amor por este oficio artesanal, sensorial, vivo. Un oficio que rechaza la estandarización, la facilidad, la rapidez. Un oficio que la tecnología nunca podrá sustituir, porque nada puede sustituir al ojo, al oído, a la mano.
Tonnelier es una palabra que llevamos como una promesa. La promesa de respetar la naturaleza. De honrar a los árboles, los bosques, las estaciones. De acompañar al tiempo en lugar de desafiarlo. De ser a la vez herederos y transmisores.
Este léxico amoroso no clasifica, conecta. Habla de nuestras herramientas, nuestros gestos, nuestros materiales, nuestros símbolos. Habla de alquimia, de fuego, de música, de memoria. Habla de la nobleza de un oficio en el que se fabrica mucho más que recipientes: se crean vínculos. Con un aguardiente, un vino. Con quienes los elaboran. Con la historia.
Este libro es nuestra forma de decir que seguimos creyendo en ello.
Que este oficio tiene sentido. Que merece ser visto, comprendido, transmitido.
Y que, tal vez, una sexta generación ya escucha el canto de la madera.
Los artesanos de Tonelería Baron